Captura de pantalla de la web de idiomas Duolingo. Elaboración propia
Este texto inaugura una serie de reflexiones personales (espero breves y rápidas) acerca de asuntos de diseño. El título es un homenaje a mis alumnos del MGDi3 y a mi, por momentos, relamida manera de expresarme.
Estudiando idiomas con el cada vez más popular Duolingo, me tropecé semanas atrás con que había de traducir al castellano la frase inglesa “She can produce a solution”. Ufanamente escribí “Ella puede obtener una solución”. -Error-, me dijo el programa, la solución es “Ella puede producir una solución”. -Error-, pensé yo, esa expresión no se usa. Mmmh… barrunto.
Esto, que parece de por sí una obviedad, no es tal si observamos el idioma español (y me permito hablar por el castellano peninsular que conozco). Cuando abordamos un problema (de cualquier tipo), las soluciones “se encuentran”, “se obtienen”, las soluciones “se alcanzan”, se buscan, sí, pero al final “se llega a ellas”.
Esto contrasta con idiomas como el referido inglés, en que las soluciones pueden ser producidas, en el original “to produce a solution” [ver nota al pie], esta expresión (aunque utilizada muy puntualmente en traducciones) carece de pleno sentido en España (salvando el uso químico en la creación de disoluciones).
El salto lógico que percibo es amplio, en nuestra mente hispanohablante, las soluciones existen a priori, son previas a su búsqueda, se alcanzan. Forman parte del mundo de las ideas de Platón, y no dependen de la persona para ser halladas, pues ya son.
En cambio en el idioma anglosajón, las soluciones son múltiples y relativas al hablante, que puede alcanzar una o varias, hay multiplicidad y son producidas, son una creación de sí mismo.
Jornada de Co-creación en “The Hub Milano”. Autor: Fillipo Podestà (Flickr)
Esta reflexión continuada resulta interesante: llevándola al campo del Diseño; algo que aprendí al lado de Javier Suarez Quirós durante el Máster de Gestión de Diseño Industrial fue la certeza de la inexistencia de una solución absoluta a los problemas de diseño: no hay verdades únicas en dichos problemas (debido al tipo de problemas que son).
Sin abordar de una manera rigurosa la cuestión, podemos comprender de manera intuitiva que las soluciones son relativas: son relativas a la época en que se buscan (algo que resuelva un problema social hoy no serviría en épocas pretéritas, ni servirá en épocas futuras), a los medios de que se disponga (más tiempo en la búsqueda conlleva distinta solución) a la cultura y las personas involucradas (de nuevo una solución en España no tiene porque ser una solución en India) y así podríamos continuar largamente.
Esta distinción lingüística que poseemos que deja “La solución” fuera de ti, en un mundo lejano e ideal; y a ti, en pos de su ardua búsqueda, otorga desde mi punto de vista, una mayor presión psicológica al agente resolutor. Para nosotros la solución está fuera y es lejana y para otros en cambio es múltiple y lo que es más importante: sale de uno mismo.
España es un país con aversión al riesgo elevada, la aversión el riesgo es la aversión a la desestructuración, a las situaciones novedosas o desconocidas, situaciones fuera de la ley y el orden existente. Es una de las características culturales de los países según el sistema de valores de Geert Hofstede (un ranking de 2008 por países, columna ‘uai’), en nuestro caso probablemente heredada de la dominación romana (la mayor parte de los países con mayor aversión al riesgo son latinos).
Y me pregunto si será primero el huevo o la gallina, si primero la aversión y luego la expresión o a la inversa, pero lo que tengo claro es que en una época actual en la que como sociedad hemos de asumir riesgos, afrontar grandes retos, y producir soluciones novedosas, ponernos limitaciones lingüísticas como esta es algo que coartará nuestra creatividad. Así que, hispanohablantes, diseñadores o no, ‘pónganse el lenguaje por montera y a producir soluciones’.
NOTA: aún cuando el usuario “JimVahl” indica en el post de Duolingo que “produce a solution” no tiene uso en inglés, una búsqueda en google muestra cómo el término es ampliamente usado dentro y fuera del lenguaje químico.